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{xtypo_dropcap}E{/xtypo_dropcap}l desayuno se convierte en la primera comida del día tras bastantes horas de ayuno. El cuerpo necesita reponer fuerzas, y para ello es importante elegir bien los alimentos que van a formar parte de nuestro menú desde primera hora del día. Un desayuno completo ayuda a controlar el hambre durante el resto del día, favoreciendo un peso saludable y una dieta equilibrada. Además, ayuda a aumentar el rendimiento y capacidad de mantener la atención. Un desayuno completo y equilibrado:
- Lácteos: optaremos por los no azucarados como queso blanco, yogur natural, queso batido, kéfir o leche semidesnatada. En caso de intolerantes a la lactosa o proteína de la leche, una buena alternativa son las bebidas vegetales sin azúcar, café, té e infusiones. Para los más peques o golosos, le podemos añadir una cucharada de cacao puro y/o canela.
- Cereales: elige siempre la versión integral en panes, es mucho más saciante y ayuda a tu tránsito intestinal. Si optas por cereales de desayuno, los más reales y saludables son los copos de avena y los de centeno integrales.
- Fruta: es importante que prioricemos la pieza entera, ya que aporta más fibra y menos azúcar que un zumo. La podemos usar en forma de macedonia o en rodajas acompañando tus tostadas o cereales.
- Proteína: una de las opciones más nutritivas es el huevo, puedes hacerlo en tortilla o revuelto. Otras opciones son el queso fresco, atún en aceite de oliva, y si eliges algún embutido, procura que tenga un alto contenido en carne y bajo en aditivos. El jamón asado, pechuga de pavo o jamón ibérico pueden ser una buena opción.
Para hacer los desayunos más nutritivos, podemos añadir semillas de chía, lino, sésamo, frutos secos, aceite de oliva virgen extra, cremas de frutos secos caseras, mantequilla, aceite de coco, aguacate… ¡Buen provecho!
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