Hay diversas causas por las que puede estar indicado realizar una intervención quirúrgica para sustituir la articulación de la rodilla por una artificial, llamada prótesis.
Las causas más frecuentes son:
- Si hay artrosis avanzada en esta articulación.
- Si se ha sufrido alguna fractura.
- Si se padece alguna deformidad en la rodilla, puede ser congénita (de nacimiento) o como consecuencia de un golpe.
- Si se ha necrosado los cóndilos femorales. Es decir, si se ha dañado el tejido óseo de tu fémur por falta de riego sanguíneo.
- Por tener tumores óseos o de otros tejidos de la rodilla.
- Por lesión en esta zona como consecuencia de alguna infección o de tratamientos con radioterapia.
En la mayoría de los casos la intervención quirúrgica es programada, en estos casos es muy importante realizar un trabajo previo a la intervención, para llegar a este momento en las mejores condiciones posibles y así acortar el tiempo de recuperación.
Principalmente lo que se realiza es un programa de ejercicios dirigidos a la potenciación de la musculatura del miembro inferior, el fisioterapeuta evaluará las condiciones del individuo y le adaptará una serie ejercicios para que el paciente ejecute bajo su supervisión, estos ejercicios se van adaptando, aumentando su dificultad e intensidad.
Normalmente el músculo que se ve más afectado es el cuádriceps, en particular en vasto interno, es un músculo que se encuentra en la parte anterior e interna de nuestro muslo y tiene una gran importancia en la estabilidad de nuestra rodilla y en su correcto funcionamiento.
Como nos puede ayudar el fisioterapeuta una vez hayamos sido intervenidos:
– Antes de la retirada de los puntos de sutura se puede comenzar con el trabajo de fortalecimiento y movilización de la articulación de la rodilla, los objetivos principales son conseguir que el paciente pueda realizar correctamente todas las actividades de la vida diaria.
Normalmente aparece dificultad a la hora de flexionar la rodilla lo cual va a dificultar la subida y bajada de escalones o al sentarse en el asiento de un coche, con menos frecuencia también aparece dificultad para extender totalmente la rodilla. Para esto el fisioterapeuta realizará movilizaciones y si lo ve adecuado aplicará diversos aparatos para conseguir una movilidad funcional. A su vez el fisioterapeuta indicará una serie de ejercicios y pautas para mejorar la fuerza muscular.
– Una vez retirados los puntos de sutura hay que realizar un trabajo sobre la cicatriz para darle elasticidad y movilidad, y que no nos cause ninguna molestia en un futuro.
– En la última fase de la recuperación se realizan técnicas y ejercicios con el objetivo de conseguir la deambulación sin ayuda y por diversos terrenos, consiguiendo que el paciente realice las actividades de la vida cotidiana sin ningún problema.
Si va a someterse a una intervención de este tipo no dude en pedir consejo a su fisioterapeuta, este le ayudará a tener unos resultados satisfactorios y acortar los tiempos de recuperación.