Debemos evitar que nuestra piel se ponga roja y las quemaduras, para ello es fundamental elegir un buen protector solar que sea adecuado a nuestro fototipo (definido por el color de la piel, del cabello, la tendencia a las quemaduras solares y la aptitud al bronceado).
Muchas de las cremas solares actuales protegen de las tres radiaciones solares, así que infórmate bien con tu médico de familia o en la farmacia antes de adquirir uno.
Estos son los tipos de rayos que llegan a la Tierra:
Infrarrojos (IR). Proporcionan sensación de calor y bienestar. Son los responsables del golpe de calor y las insolaciones.
Luz visible. Actúa como antidepresivo pero favorece el envejecimiento cutáneo.
Ultravioletas A (UVA). Estimulan la pigmentación y, por lo tanto, el bronceado. Responsables también del envejecimiento prematuro y del desarrollo de algunos cánceres de piel.
Ultravioletas B (UVB). Favorecen la síntesis de la vitamina D. Disminuyen las defensas inmunitarias, lo que explica la aparición de brotes de herpes.
Por muy obvios que puedan resultar algunos consejos, sigue habiendo mucha gente que no los lleva a cabo y después llegan las manchas, arrugas indeseadas y, lo que es peor, una mayor probabilidad de sufrir un melanoma (en 2012 hubo una incidencia de 5.000 casos en España).
Si vas a ir a la playa o a la piscina, intenta llevar siempre un sombrero o una gorra además de unas gafas de sol. No te tumbes al sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas) y si no puedes evitarlo, aprovecha esas horas para resguardarte a la sombra (¡Ojo! Aunque estés bajo la sombrilla o el día esté nublado, también debes utilizar crema protectora porque un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB. Únicamente bloquea los rayos IR, por eso no sentimos sensación de calor).
¡¡¡ Disfruta y aprovecha al máximo estos meses tan esperados y recuerda siempre estos consejos!!!
Francisco Javier Ruiz Sánchez MIR 2 Medicina de Familia y Comunitaria Área Sanitaria Malaga-Axarquia